26 de noviembre de 2014

Obsesion.

La palabra obsesión significa idea, deseo, perturbación, preocupación que no se puede apartar de la mente, esto según el diccionario real de la lengua española. Por lo que a mi me consta, esa definición debería de cambiar pues creo que el que también tiene culpa: es el corazón.

Queridos lectores/as, me he obsesionado y no es de una idea, ni una perturbación, ni una preocupación.. es una mujer y su nombre es Cecilia. Medico residente. Ojos azules, cabello oscuro, tez blanca, facciones de cara incríblemente hermosas, un cuerpo delgado pero muy bien formado. Sus padres son del Dorado, por ende ella es del Dorado. Pero ella repite y repite que su crianza fue en Angostura Le gusta el Café por las mañanas y le gusta leer sobre la ciencia, por eso es Doctora; Lógico. Le gusta la música hippie como Janis Joplin o Jefferson Aeroplane pero de seguro también le gustan The Carpenters y Abba, porque le he escuchado tararear esas canciones. Le gusta hacer deporte, le gusta el soccer, el cine, los restaurantes de pizza y lo más importante NO TIENE NOVIO, lleva casi 1 año sin pareja.... 

Y ustedes se preguntarán ¿Como mierda sabes todo eso si apenas la vas conociendo? bueno, muy sencillo porque soy un hijo de puta obsesionado. Ella me encantó desde el primer momento en que la vi -literal- y más aun, en el momento en que Romina, amiga mía-colega-, me la presento. Desde entonces no he dejado de molestar a Romina, le he preguntado casi todo acerca de Cecilia. Solo me falta preguntarle si a Cecilia le gusta usar tangas de hilo o si duerme desnuda.


Lo cierto es que, Cecilia lleva apenas dos semanas y media, y aun no encuentro el valor para hablarle. Si, ya todos los doctores, enfermeros, pacientes, visitantes, conserjes y hasta el del oxxo le han coqueteado en mas de mil formas. Me da verguenza admitirlo pero, a veces simplemente la miro. Miro como come, como se mueve, como se acomoda el cabello cuando un pequeño mechón se le desprende tapandole la frente y los ojos. 

Miro como habla mientras hace gestos con sus manos y juguetea con su cabello. Su sonrisa la quisiera de tono de notificaciones de mi whatsapp. Lo sé, soy un caso perdido, ¿y que le voy hacer? la verdad es que le temo al rechazo. Pero al mismo tiempo pienso que no vale la pena tanto desgasto, tanto ilusión por algo o alguien, si al final de cuenta no sabes que existes. Bueno, ella si sabe que existo. Pero supongo que me ve como un simple colega más, un conocido del trabajo y hasta ahí. 

La obsesión es terrible, y mas aún, el amor a distancia. Aunque lo nuestro no es ni amor, ya que no ella no sabe lo que siento por ella. A veces me pongo a pensar que esto debe parar, es decir, llevo casi toda mi vida haciendo estos pequeño teatros imaginarios, donde el único que sabe toda la verdad y todo lo que siento, soy yo, solo yo y nadie más. Es una locura. Hacer mundos en mi mente no es sano. 

Es decir, ¿acaso pienso seguir haciendo esto toda la vida? ¿debo ir saltando una piedra tras otra hasta que ya no queden mas piedras? Mi vida esta pasando y el tiempo no perdona, ahorita tengo 31 años y mañana quizás despertaré con 50 años de edad, viejo, solo y viviendo en un departamento; donde el puto intendente se tarda 4 semanas en arreglar el boiler y las goteras del techo. A esto le tengo que poner fin y hacer de mi vida algo fructífero. Espero que la próxima vez que escriba este por lo menos saliendo con alguien y no darles a entender que sigo obsesionado con la mujer mas hermosa del hospital.

por Antonio Ramírez.